2014 será un año apasionante desde el punto de vista electoral pues siete países celebrarán comicios presidenciales en América latina: El Salvador y Costa Rica en febrero, Colombia y Panamá en mayo, y Bolivia, Brasil y Uruguay en octubre.
En esas citas, tres presidentes aspiran a la reelección: Juan Manuel Santos en Colombia, Evo Morales en Bolivia y Dilma Rousseff en Brasil.
Además, cuatro partidos o coaliciones buscan continuar en el poder con otro candidato presidencial: el Frente Amplio en Uruguay, el FMLN en El Salvador, el PLN en Costa Rica y Cambio Democrático en Panamá.
Asimismo, dos expresidentes aspiran a volver a la jefatura del estado, como ocurrió en 2013 con Michelle Bachelet: Tabaré Vázquez en Uruguay (ya fue presidente entre 2005 y 2010) y Tony Saca en El Salvador (fue presidente entre 2004 y 2009).
En este año se mezclan también elecciones muy competidas (las que tendrán lugar en El Salvador, en Panamá, en Costa Rica y quizá en Uruguay), con citas en las que todo parecería estar ya decidido (Brasil, Colombia o Bolivia), tal y como ocurriera en 2013 en Chile.
Todos estos comicios asimismo evidencian la heterogeneidad reinante en la región: es muy posible que el “socialismo del siglo XXI” triunfará en Bolivia con Evo Morales, la izquierda moderada lo hará en Brasil con Dilma Rousseff y el centroderecha triunfaría en Colombia con Juan Manuel Santos.
Otra de las características que marcan a la región en los últimos lustros es el continuismo en el poder de determinados partidos, movimientos y liderazgos. Probablemente ocurrirá, al menos, en el caso del santismo en Colombia (heredero del urribismo y por lo tanto hegemonizando el poder desde 2002), en Brasil donde el PT es gobierno desde 2003 o en Bolivia donde el MAS de Morales arrasa en las elecciones desde el año 2005.
Estos éxitos políticos muestran como contracara la crisis de algunas oposiciones como la del PSDB en Brasil, de la derecha en Bolivia o la de la izquierda en Colombia pues ninguno de estos espacios políticos ha conseguido construir una alternativa viable y creíble construyendo un liderazgo fuerte y atractivo.
Febrero: El Salvador y Costa Rica abren el rally electoral
El 2 de febrero dos países de Centroamérica, El Salvador y Costa Rica, abren las citas electorales en la región.
En El Salvador el duelo estará centrado, como ocurre desde 1994, entre la izquierda nucleada en torno al FMLN y su candidato y actual vicepresidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, y la derecha encarnada en Arena y su cabeza de cartel, Norman Quijano.
El FMLN en el poder desde 2009 ha optado por un histórico de su partido (y exguerrillero) a diferencia de lo que hizo en 2009 cuando escogió a un independiente, el actual presidente Mauricio Funes.
Arena se ha inclinado por un hombre con experiencia de gobierno como Quijano, el alcalde de San Salvador. La derecha acude dividida ya que un disidente arenero como el expresidente Tony Saca (2004-2009) encabeza una tercera fuerza, UNIDAD.
Por eso, es muy posible que el FMLN gane la primera vuelta pero al no llegar al 50% deberá afrontar una segunda vuelta en la que quizá el voto de derecha (Arena) y centroderecha (Unidad) pueden converger frente al de la izquierda (FMLN).
En Costa Rica, el PLN en el poder desde 2006 tratará de mantener la presidencia con su candidato Johnny Araya (alcalde de San José desde 1992), una figura que supone una ruptura frente a la facción vinculada a Óscar Arias, quien ha controlado el partido durante su gobierno (2006-2010) y el de su heredera (Laura Chinchilla, 2010-2014).
Araya tiene ante sí tres partidos que tratan de poner fin a la hegemonía del PLN y que van desde la izquierda del Frente Amplio, pasando por el centro izquierda del Partido de Acción Ciudadana a la derecha del Movimiento Libertario. Una dispersión del voto que favorece a Araya.
En mayo comicios en Panamá y Colombia
Panamá y Colombia ponen en juego dos herencias políticas, la de Martinelli y la de Santos.
Ricardo Martinelli no puede presentarse a la elecciones del 4 mayo de 2014, en la que su gestión desde 2009 será lo que finalmente se juzgue.
El actual presidente no puede concurrir pero sí un hombre muy cercano a él, José Domingo Arias que encabeza la candidatura de Cambio Democrático en alianza con MOLINERA.
Las dos fuerzas históricas, el torrijismo (PRD) y el arnulfismo (Partido Panameñista) van por detrás en las encuestas.
Juan Carlos Navarro (PRD) y el actual vicepresidente enfrentado a Martinelli, Juan Carlos Varela (arnulfismo), pisan los talones al oficialismo.
En Colombia, Juan Manuel Santos aspira a la reelección en mayo teniendo enfrente al uribismo por la derecha que critica su plan de paz y las negociaciones con las Farc y a una pléyade de fuerzas por la izquierda.
Santos está fuertemente respaldado por el Partido Liberal, Cambio Radical y el Partido de la U (y quizá el Partido Conservador) mientras que el uribismo es más una fuerza en torno a un caudillo (Álvaro Uribe) que un partido como tal.
Óscar Iván Zuluaga es el candidato del uribismo a la presidencia y quien más daño puede hacer a Santos, pero está muy lejos de tener el carisma de Uribe o su arrastre electoral.
En la izquierda hay hasta tres fuerzas que pugnan por competir en segunda vuelta con el santismo aunque ninguno de los grandes referentes de ese sector está en la carrera tras la renuncia de Antonio Navarro Wolff o de Antanas Mockus a competir.
La dispersión opositora y la remontada de Santos en las encuestas (de menos del 30% en septiembre al actual 59%) presentan una situación de claro favoritismo para el actual presidente.
Octubre decisivo en Bolivia, Uruguay y Brasil
En Bolivia (5 de octubre), la gran interrogante no es quien ganará (se da por descontado que el triunfo será para Evo Morales quien ya fue elegido en 2005 y reelegido en 2009).
La principal incógnita es si superará el 70% de los votos como ha asegurado el oficialismo y sobre todo si retendrá los dos tercios de la representación en el legislativo.
La estabilidad económica y social sirven de basamento al predominio político de Evo Morales quien enfrente tiene a una oposición muy débil que no pasa de ser o bien exclusivamente regional (caso de Rubén Costas en Santa Cruz) o por ahora minoritaria (Juan del Granado o Samuel Doria Medina).
Brasil también el 5 de octubre celebra elecciones presidenciales.
Dilma Rousseff llega como la gran favorita tras superar los malos momentos de popularidad debido a las manifestaciones del pasado mes de junio y julio.
Su habilidad política y las medidas que ha puesto en marcha (el Plan Médicos) le han vuelto a colocar con altos índices de apoyo.
La oposición luce desnortada (Aecio Neves del PSDB ha tenido que cambiar de estratega de campaña) y sin liderazgos claros (la izquierda aún no ha decidido si Marina Silva o Eduardo Campos es el candidato del PSB).
Uruguay el 26 de octubre cierra las citas electorales de la región. El Frente Amplio, que es gobierno desde 2005, tratará de extender su predominio político por 15 años apostando por Tabaré Vázquez, el hombre que condujo a esta coalición al poder rompiendo el monopolio de blancos y colorados.
Vázquez, el primer mandatario frenteamplista (2005-2010), tendrá enfrente a los dos partidos históricos (el coloradismo posiblemente con Pedro Bordaberry y los blancos o nacionales, probablemente con Jorge Larrañaga).
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