Para etiquetar como violenta o no una sociedad, la propia ONU fija el umbral de alarma. Un país, un territorio, una región están martirizados por la violencia cuando se supera la tasa de 10 homicidios por cada 100,000 habitantes. En Japón, España o Nueva Zelanda están por debajo de 1. En Australia, Francia o Israel, entre 1 y 2. Pero países como Egipto, Vietnam, Bangladés o Mozambique, con rentas per cápita medias o bajas, se mueven en parámetros similares. Pobreza y violencia no son causa y efecto.
el llamado Triángulo Norte centroamericano: Conformado por El Salvador, Guatemala y Honduras, cerró 2013 con casi 15,000 asesinatos, lo que representa una tasa conjunta de 49.5 homicidios por cada 100,000 habitantes, ligeramente inferior a la de 2012, pero que difícilmente permitirá que Naciones Unidas deje de catalogar la subrregión como la más violenta del mundo.
Los 14,989 homicidios cometidos en el Triángulo Norte (cifras oficiales de los respectivos cuerpos policiales) no se distribuyen de forma equitativa entre los tres países. En Guatemala se registraron 6,072; en El Salvador, 2,490; y en Honduras, 6,427.
Si esos números se ponderan con la población de cada uno de los territorios (15.4 millones, 6.3 y 8.6 respectivamente), la tasa por cada 100,000 habitantes es de 39,3 en Guatemala, 39,6 en El Salvador y 75,1 en Honduras, el territorio indiscutiblemente más afectado por la violencia, ya que duplica los números ya de por sí preocupantes de sus vecinos.
El Salvador
Según las cifras facilitadas por la Policía Nacional Civil, el año 2013 cerró con 2,490 asesinatos en El Salvador, contra 2,594 registrados en 2012. El descenso, si bien no muy pronunciado –murieron 104 salvadoreños menos, un 4% en términos porcentuales–, confirma la tendencia marcada desde marzo de 2012, cuando las pandillas Mara Salvatrucha y Barrio 18 se comprometieron a reducir paulatinamente la violencia en una tregua inédita auspiciada por el Gobierno.
Con altibajos, las cifras confirman que la tregua se mantuvo, si bien en el segundo semestre se constató un ligero repunte.
La tasa de 39,6 homicidios por cada 100,000 habitantes de 2013 es la segunda más baja desde la firma de los Acuerdos de Paz, solo superada por la del año 2002.
Basta recordar que en los tres años anteriores a la tregua, de 2009 a 2011, Medicina Legal tuvo que reconocer más de 4,000 cadáveres cada año, con tasas en torno a 70 homicidios por cada 100,000 habiantes.
Honduras
En Honduras, el país más afectado por la violencia, las estadísticas de muertes violentas enfrentaron el jueves a la Policía Nacional, que fijó la tasa de homicidios en 75.1 por cada 100,000 habitantes en 2013, con la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, que asegura que la tasa es 83.
Sin embargo, ambas fuentes señalan que se estuvo por debajo de la escalofriante tasa de 85.5 homicidios por cada 100,000 habitantes de 2012, que convirtió el país en el más violento del mundo.
Sobre 2013, la Policía Nacional asegura que los asesinatos se redujeron en 10% (de 7,172 a 6,427) respecto al año pasado, mientras que el observatorio universitario rebaja el descenso al 2.5% como dice el observatorio universitario.
“La tasa de homicidios pasó de 85.5 a 75.1 por 100,000 habitantes en Honduras”, subrayó el general Ramón Sabillón, director de la Policía Nacional, y agregó: “Los datos están basados en estudio metodológicos de la institución, que validan las estadísticas”. El jefe de la institución sostuvo además que los análisis de los años 2012 y 2013 de la Policía Nacional fueron comparados con los del Ministerio Público.
Pero la directora del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma, Migdonia Ayestas, había anunciado previamente que la tasa fue de 83 homicidios por 100,000 habitantes en el 2013, tras aclarar que faltaba validar los índices criminales de diciembre pasado. En la víspera, la rectora de la Universidad, Julieta Castellanos, denunció que la Secretaría de Seguridad negaba información sobre la criminalidad de Honduras al Observatorio de la Violencia.
Guatemala
De los tres países del Triángulo Norte el único que cerró 2013 con peores números que 2012 en cuanto a homicidios es Guatemala, si bien el alza es inferior al 1%: de 6,025 asesinatos se pasó a 6,072, según el estatal Instituto Nacional de Ciencias Forenses del país (Inacif).
No obstante, como la población guatemalteca supera a la El Salvador y Honduras juntos –oficialmente 15.4 millones de personas en 2013–, la tasa por cada 100,000 habitantes es la más baja de los tres, con 39.3, una décimas menos que El Salvador.
El Inacif hizo público el jueves un informe que precisa que la mayoría de los crímenes fueron cometidos con arma de fuego: 4,674 víctimas, de estas 4.152 eran hombres y 522 mujeres. El informe destaca la muerte de 26 hombres y 11 mujeres por decapitación o desmembramiento, mientras que el resto murió por heridas de arma blanca, estrangulamiento y otras causas, precisó el informe.
El mes más violento durante 2013 fue abril, con 563 muertes por hechos criminales.
El leve incremento de las muertes violentas ocurre a pesar de que el presidente de Guatemala, Otto Pérez, prometió durante la campaña electoral enfrentar la criminalidad en el país con una política de “mano dura”.
“Hay una necesidad urgente de que el país, y particularmente el Gobierno, modifique sustancialmente su política pública de seguridad ciudadana”, explicó a la AFP el coordinador del Centro Internacional de Investigaciones de Derechos Humanos (CIIDH), Jorge Santos.
Según este activista, ha “fracasado” la política gubernamental de militarizar varias zonas del país para enfrentar la violencia por medio de las denominadas 'fuerzas de tarea', integradas por soldados y policías, y destacó que es necesario fortalecer la seguridad a nivel civil y no castrense.
De acuerdo con las autoridades guatemaltecas, cerca de la mitad de las muertes violentas en el país están asociadas a disputas de territorio entre grupos del narcotráfico y pandilleros, dedicados a diferentes tipos de delitos, incluida la extorsión.